Cuando hablamos de esto no sabemos bien si estamos en 2017 ó veinte años más atrás. Es bastante desconcertante ver cómo, a la hora de desplegar acciones de publicidad y promoción en Internet, multitud de empresas en España van a ciegas sin tener claro si lo que están haciendo es bueno o malo, empleando en muchas ocasiones técnicas inadecuadas.
Dentro de las acciones que actualmente podríamos denominar como outbound marketing, el mailing es uno de los ancianitos que comenzaron desde los orígenes. Una de las formas de llevarlo a cabo es contratar a una empresa de mailing que ofrezca suculentas listas de contactos con miles de potenciales clientes ansiosos por comprar tus productos o contratar tus servicios. Pues bien, si nos preguntas te diremos que lo analices un poco mejor antes de hacerlo.
Pretender explotar listas de distribución con miles de contactos que no se han interesado por Nosotros libremente no suele ser del todo buena idea. ¿A quién no le llegan, en mayor o menor medida, emails publicitarios que no nos interesan ni un ápice? Nos sucede a todos. Y para más inri, virus, malwares y scripts maliciosos suelen emplear el email como medio de transporte, usando formatos publicitarios para captar nuestra atención.
Enviar emails publicitarios de forma masiva es como pescar con redes de arrastre; no sabes lo que pescas y te cargas el fondo del Mar. Y cargarse el fondo del Mar se traduce en que las infraestructuras consumen electricidad para algo que no reporta apenas retorno, generas más carga de trabajo a los servidores de correo, cansa y molesta a los destinatarios que no han solicitado esa información de manera voluntaria y te expones a que tu imagen de marca la asocien con correo no deseado (spam!), entre otros. Lo peor de todo técnicamente es que tu dominio y dirección i.p puedan ser incorporadas a listas negras (Email blacklists), lo cual derivará en problemas para los usuarios del correo corporativo en el envío y recepción de emails rutinarios.
Sin embargo, efectuar mailing con listas de distribución autorizadas, como por ejemplo, a tus clientes ya en cartera, resulta efectivo, ayudando a establecer una fidelización en la relación con el cliente, siempre y cuando no seas
También es buena idea si lo orientamos hacia clientes potenciales previamente captados a través de una campaña de anuncios (outbound válido) o tras la lectura de un artículo periodístico de interés aportado o patrocinado por tu marca (inbound marketing).
Si tienes un perfil más técnico te estarás preguntando por qué no hacer el mailing a través de un proveedor externo como MailChimp, Mandrill o similares y listo. No es mala idea, obviamente; pero mejor aún si lo haces desde tu propio dominio cumpliendo con todos los requisitos técnicos, éticos y morales para lograr ofrecer una publicidad de calidad que atraiga de verdad.
Si quieres promocionarte en Internet y publicitar tus productos o servicios, antes de dejarte un euro en una campaña de mailing externalizada, piensa: ¿Qué otras opciones tengo para hacer publicidad online de mi empresa?